La Navidad es pagana… ¿y qué?

“Todos los años igual” (“Alle Jahre wieder”) es una famosa canción navideña alemana, que dice que el Niño Jesús desciende a la tierra una vez al año, para entrar a cada casa con su bendición. Cuando era niño, escuchaba e incluso cantaba esta canción sin pensarlo mucho. A medida que me hice mayor y comencé a aprender más sobre la VERDAD, me di cuenta de lo engañosa que es esta canción. Pero la mayoría de las personas nunca llegan a este entendimiento, siguiendo ciegamente las costumbres anuales de Navidad y sus enseñanzas erróneas y, francamente, blasfemas. Donde vivo, estoy rodeado de casas con adornos navideños (a pesar de algunas excepciones notables), y a veces, cuando hago mi paseo diario con mi perrito al anochecer, me recuerda regularmente al Circus Circus en Las Vegas. Es completamente ridículo, pero este es el mundo en el que vivimos hoy.

Hace años, vi un programa de televisión con un “predicador” de aspecto extraño (fumando una pipa y con un sombrero de vaquero) quien hablaba de las costumbres navideñas no bíblicas. Demostró durante más de una hora que la Navidad era completamente pagana, pero luego concluyó que no importaba y que los cristianos deberían conservarla de todos modos. Me acordé de este programa cuando vi el siguiente artículo que fue publicado por Forbes el 15 de diciembre de 2017, titulado “¿Por qué la Navidad es pagana…?”

Aquí hay algunos extractos alucinantes:

“El paganismo… no es algo que hay que temer y es intolerante actuar como si lo fuera. La Navidad es una fiesta que ha evolucionado debido al paso del tiempo y la influencia de varias culturas a medida que la Navidad ha entrado en sus vidas. Cada una de esas culturas ha enriquecido la fiesta, dándonos más tradiciones con las que celebrarla…”

“Para los antiguos romanos, esa fiesta se llamaba Saturnalia, llamada así por el dios Saturno. Saturnalia se celebraba con fiestas, la entrega de regalos… El antiguo historiador, Livio, nos cuenta que la Saturnalia empezó en el año 497 a.C. Los historiadores modernos creen que probablemente comenzó mucho antes. Entonces, al menos medio milenio después del origen de Saturnalia, nació Jesucristo… Pasaron algunos siglos hasta que los primeros líderes de la iglesia decidieron que era un día para… conmemorar. También pasarían algunos siglos hasta que decidieron elegir un día para esa celebración, porque los evangelios no nos dicen en qué día nació…

“El 25 de diciembre del 274 d.C., el emperador Aureliano consagró el templo del Sol Invictus, creando una fiesta llamada Dies Natalis Solis Invicti – el cumpleaños del Sol – elevando oficialmente al Sol a la posición más alta entre los dioses… Alrededor del 350 d.C., el Papa Julio I declaró oficialmente el 25 de diciembre para conmemorar el nacimiento de Cristo. No hubo evidencia de que fuera el día real de su nacimiento… no hay una regla que dice que un día de celebración debe coincidir con la fecha de origen real…”

“Entonces, en Roma en el siglo IV, el 25 de diciembre se celebraban tres grandes fiestas: Saturnalia, Dies Natalis Sol Invictus y Dies Natalis del Cristo. Solo es natural, que elementos de estas celebraciones se polinizasen entre sí…”

“A medida que… el cristianismo crecía, las personas que celebraban esas fiestas llevaban sus tradiciones a nuevas áreas… y [cuando] introdujeron la Navidad a los pueblos germánicos nativos, las prácticas de la Navidad fueron influenciadas por las prácticas de esos pueblos para sus vacaciones de solsticio de invierno. Con el tiempo, las tradiciones como el tronco de Navidad, el muérdago, la decoración de los árboles y las coronas de hoja perenne fueron absorbidas y se consideraron tradiciones navideñas. Los sajones, los vikingos, los victorianos y los capitalistas todos han agregado tradiciones al rico tapiz de la fiesta que todos llamamos Navidad… Las contribuciones paganas no son algo que temer… ”

¿Alguna vez ha leído tonterías tan ignorantes? La Navidad es pagana, pero ¿y qué? ¡No debería ser evitada, sino que enriquece nuestra vida cristiana! Lamentablemente, para muchos que quieren ser parte de la “multitud”, tiene sentido. Les da justificación para ser como un pez muerto flotando río abajo… si es que les importa.

Bueno, a Dios le importa, y eso nos dice en Deuteronomio 12:28-31:

Guarda y escucha todas estas palabras que yo te mando, para que haciendo lo bueno y lo recto ante los ojos de Jehová tu Dios, te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti para siempre. Cuando Jehová tu Dios haya destruido delante de ti las naciones adonde tú vas para poseerlas, y las heredes, y habites en su tierra, guárdate que no tropieces yendo en pos de ellas, después que sean destruidas delante de ti; no preguntes acerca de sus dioses, diciendo: De la manera que servían aquellas naciones a sus dioses, yo también les serviré. No harás así a Jehová tu Dios; porque toda cosa abominable que Jehová aborrece, hicieron ellos a sus dioses….”

Como verdaderos cristianos, NO debemos seguir las ideas paganas y las prácticas religiosas de otras naciones y personas alrededor de nosotros. Si lo hacemos, no nos irá bien a nosotros y a nuestros hijos.

Escrito por: Norbert Link

Traducido por: Anna Ruoff

Navidad – ¿Secular o cristiana?

Recientemente, un ministro de una de las organizaciones de la Iglesia de Dios que guarda el sábado, fue citado en la prensa, diciendo que la Navidad era una “fiesta secular”. Posteriormente, la Agencia Católica de Noticias (CNA) informó que, según el Papa, la Navidad era “una fiesta cristiana”. Para explicar su “naturaleza cristiana”, el Papa declaró que los “símbolos de Navidad, especialmente el belén y el árbol adornado de regalos, eran referencias importantes al gran misterio de la encarnación y el nacimiento de Jesús”. Añadió que el “abeto antiguo” o árbol de Navidad “era un símbolo importante de la Natividad de Cristo porque con sus hojas perennes recordaba a la vida que no muere”.

Entonces, ¿quién tiene razón – presentadores de noticias y comentaristas que se refieren a la Navidad como una “fiesta secular” o “fiesta nacional”, o líderes religiosos que enfatizan la “naturaleza cristiana” de la Navidad? Sorprendente para muchos, tal vez, la respuesta es que ninguno de los dos es correcto.

La Navidad no es una fiesta secular. Es claramente religiosa – aunque en nuestro mundo moderno civilizado occidental, el mercantilismo y otras actividades seculares mundanas pueden, en muchos casos, haber cubierto u ocultado la naturaleza religiosa y el carácter de la Navidad. Pero decir que la segunda fiesta más importante del cristianismo ortodoxo (considerando la Pascua como la fiesta más importante) es meramente una observancia secular, malinterpreta las raíces y los orígenes de la Navidad – hará el juego a defensores que desean mantener vivas las celebraciones navideñas incluso entre aquellos que se oponen a ellas por motivos religiosos.

La Navidad tampoco es un día santo cristiano – al menos no en la forma en que la Biblia define el verdadero cristianismo. Un verdadero cristiano es aquel en quien mora el Espíritu de Cristo (Romanos 8:9) – un verdadero cristiano obedece a Cristo (Juan 15:14), cree y permanece en Su Palabra y sigue su ejemplo (Juan 8:31; 1 Pedro 2:21). Y Cristo – la Palabra de Dios hablada y escrita (Juan 1:1, 14; 1 Juan 1:1-3; Apocalipsis 19:1-3) – ordenó a sus seguidores que NO guardaran la Navidad. Las razones de esta prohibición son muchas, como se explica completamente en nuestro folleto gratuito, “No guarde la Navidad”.

La Navidad es una fiesta religiosa, de acuerdo – pero es pagana hasta el fondo. No se originó con el nacimiento de Cristo. Los gentiles ya lo celebraban en honor a sus dioses paganos mucho antes de la primera venida de Cristo. El antiguo árbol de Navidad se usaba en esas celebraciones paganas con el propósito de adorar a dioses paganos. De hecho, los paganos creían que su dios particular se convertía en un árbol – que vivía en ese árbol – de ahí la decoración del abeto con regalos, en honor a ese dios pagano (que era conocido en diferentes culturas bajo diferentes nombres, como Mythra, Attis, Dioniso, Marduk, Baal y Nimrod). Estos son HECHOS – si a uno le interesa saber. Y la Biblia condena y ridiculiza la costumbre gentil de cortar un árbol y decorarlo con oro y plata (compare con Jeremías 10:1-5).

La verdad es la verdad – y ninguna etiqueta, a favor o en contra, cambia los hechos. La Navidad no es una festividad secular o nacional, pero es una fiesta religiosa; sin embargo, es pagana, no realmente cristiana. Usar prácticas paganas, en honor a dioses paganos, y aplicarlas a la adoración de Cristo es una violación directa de los mandamientos explícitos de Cristo (compare con Deuteronomio 12:29-32). Cristo dijo que lo adoramos en vano, si hacemos esto (compare con Marcos 7:6-9).

Aquí está su desafío: ¿En quién quiere creer – un hombre y tradiciones hechas por el hombre… o en el Jesucristo de su Biblia? Para un verdadero cristiano, la respuesta debería ser evidente.

Escrito por: Norbert Link

Traducido por: Anna Ruoff

Por qué no la Navidad

Es la época de Navidad otra vez. Durante la estación más fría y oscura del año, nos rodean hermosas y coloridas luces navideñas. Algunas casas están decoradas con un esplendor impresionante, y uno apenas puede hacer otra cosa que admirar la exhibición de luces eléctricas en medio del frío y sombrío invierno. Nuestros hijos son introducidos a la temporada navideña como el tiempo de paz y buena voluntad – como un tiempo importante de unidad y unión familiar. En Washington, siguiendo una tradición de 80 años, se llevan a cabo públicamente ceremonias nacionales de iluminación de árboles de Navidad, y se pronuncian discursos sobre cómo la Navidad celebra el hecho de que Cristo nació para traer paz a este mundo. Al entrar en supermercados, escuchamos famosas y melodiosas canciones navideñas, que van desde “Noche de paz, noche de amor” hasta “O Árbol de Navidad” u otras melodías conocidas. Una frase en una canción popular de Navidad puede ser especialmente reveladora, proclamando en voz alta: “Y el hombre vivirá para siempre por el día de Navidad”.

Luego, están los regalos de Navidad. Especialmente los niños apenas pueden esperar hasta la víspera de Navidad para ver sus regalos exhibidos debajo del árbol de Navidad hermosamente decorado. Todavía recuerdo cuando mis padres pidieron a mi hermano y a mí, cuando éramos niños pequeños en Alemania, que saliéramos a hacer un recado en Nochebuena. Cuando regresamos, nos dijeron que el pequeño “Niño Jesús” había llegado a nuestra casa y había dejado un nuevo tren de juguete eléctrico, así como otros regalos bonitos. Por supuesto, en Alemania y en ciertos otros países, los niños reciben una doble porción de regalos, ya que reciben un “anticipo” en el día de San Nicolás el 6 de diciembre: Un adulto con barba blanca, vestido con un traje rojo, aparece para recordarles a los niños de su conducta durante todo el año. Habla de sus buenas obras, así como, especialmente, de sus malas. Tras su promesa de “nunca volver a hacerlo”, el Papá Noel vestido de rojo guarda su vara y abre su gran bolsa para ofrecer regalos bonitos. Cuando San Nicolás o Papá Noel nos aparecía, no nos dábamos cuenta, al principio, que nuestra madre siempre “solía” estar desaparecida – y que regresaba poco después de la partida de Papá Noel.

Todo esto suena tan inocente, tan bien intencionado, y calienta el corazón de los adultos trayendo recuerdos llenos de emoción de años pasados. Pero, ¿podría haber algo malo con esas celebraciones?

Muchos de los que apoyan las festividades navideñas, reconocen su lado oscuro. Destacan que la Navidad se ha comercializado totalmente. La venta de productos navideños comienza justo después del Día de Acción de Gracias, para dar a todos los clientes potenciales suficiente tiempo para comprar múltiples regalos para todos sus seres queridos, sus familiares y amigos. También “necesitan” comprar regalos para aquellos con quienes de alguna manera están “en deuda” o de quienes esperan recibir ciertos favores a cambio. Hay gente que compra regalos que no se pueden permitir, incurriendo en deudas de tarjetas de crédito que nunca pueden pagar, solo para cumplir con sus “obligaciones” esperadas de dar regalos a otros. También sabemos que, especialmente durante la época de Navidad, se cometen más crímenes que en cualquier otra época del año, y el alcoholismo está desenfrenado.

Las personas religiosas también se dan cuenta de que las celebraciones navideñas se han centrado cada vez menos en Cristo, la supuesta “causa” y “razón” de la festividad. Y así, como leemos en WorldNetDaily.com, “Cada diciembre sale un llamado de los púlpitos de la nación para ‘devolver a Cristo a la Navidad’.”

Pero hay un problema con esa llamada, como hay un problema con todas las festividades navideñas. El artículo arriba mencionado continúa, “… un número creciente de estadounidenses – incluyendo cristianos fundamentales – afirman que Jesucristo no tuvo nada que ver con la festividad.”

Esto nos lleva al quid de la cuestión. ¿Qué, si algo, tiene que ver Cristo con la Navidad? ¿Nació el 25 de diciembre? ¿Ordenó, en la Biblia, de santificar la Navidad? ¿De dónde vienen todas las diferentes costumbres navideñas? ¿Son bíblicas?

El hecho de que las luces y velas de Navidad se vean bonitas no es la respuesta. Si podemos establecer que las celebraciones navideñas no están ordenadas en las Escrituras – sí, que de hecho están prohibidas y una falsificación de la verdadera adoración piadosa, entonces es irrelevante cuán “bonitas” puedan parecer ciertas costumbres. Recuerde, en 2 Corintios 4:4 se nos dice que hay un “dios de este mundo” – Satanás el diablo – quien ha “cegado” las mentes de aquellos que no creen en el evangelio, “para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo”. Si está mal, entonces las luces de Navidad serían un sustituto lamentable de la verdadera luz del evangelio. Además, en 2 Corintios 11:14 se nos dice que “Satanás mismo se transforma en un ángel de luz”. Lo que ofrece se ve bien, bonito y brillante. De hecho, el pecado tiene “placeres pasajeros” (Hebreos 11:25).

Al investigar el origen de la Navidad y sus costumbres, muy pronto queda abundantemente claro que la Navidad no tiene absolutamente nada que ver con el nacimiento de Cristo y el propósito de su primera venida. Descubrimos que prácticamente cada costumbre celebrada en Navidad es de origen pagano, lo que se había utilizado para adorar a dioses paganos. Muchos de aquellos que han estudiado el origen de la Navidad han decidido no conservarla más. Aun así, están bombardeados con costumbres navideñas, dondequiera que vayan. Si no tienen cuidado, pueden pillarse zumbando o cantando las canciones navideñas que suenan en un supermercado. Por otro lado, incluso los cristianos profesantes que apoyan firmemente las celebraciones navideñas se ven obligados a admitir el origen pagano de la Navidad. Sin embargo, argumentan, que eso no importa. Un artículo dice:

“El verdadero origen de la Navidad está lleno de controversia y compromiso. Un estudio rápido revelará una serie de raíces inquietantes… en resumen, la fiesta de Navidad que celebramos hoy en día es indicativo de la voluntad del cristianismo de absorber las costumbres y tradiciones del mundo, y de olvidar sus raíces simples en la realidad histórica de Jesucristo. La Navidad no debería ser más que un simple, pero maravilloso recordatorio del humilde comienzo de Cristo como un niño humano en este mundo… Aunque sea el 25 de diciembre, algún momento a finales de septiembre o cualquier otro día del año, deberíamos aprovechar cada oportunidad para reflexionar sobre Jesucristo y su mensaje de esperanza para todos nosotros”.

¿Pero es esto cierto? ¿Deberíamos utilizar cualquier oportunidad, incluso si esto significa, abrazar a costumbres paganas? ¿Es esa la enseñanza de la Biblia?

La decisión de celebrar la Navidad o no, es la elección del hombre. Sin embargo, decretar si es correcto o incorrecto hacerlo, es prerrogativa de Dios.

Escrito por: Norbert Link

Traducido por: Anna Ruoff

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